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miércoles, 4 de junio de 2008

Copia este Libro I

El "momento special-K" de hoy no lo escribiré yo, sino el gran David Brabo Bueno, un abogado que harto de ver las mentiras y marginación con la que tratan a aquellos que amamos la cultura y no podemos acceder a ella, se decidió a escribir un libro que desmitifica con la ley en la mano el fenomeno "pirata" que envuelve nuestra sociedad.
Procedo a poner un trocito del principio de su libro:



La mayor riqueza que tiene un país es la cultura, eso lo hace más libre.
Un país será más libre en cuanto sea más culto. Es difícil que exista un país culto que se haya sometido a una tiranía. Yo creo que es la gran riqueza del colectivo humano, la cultura, pues es lo que lo diferencia de las bestias. Es el deseo de conocimiento.
Luis Eduardo Aute

En estos tiempos de lógica de mercado, los que escuchan música que no han comprado, no escuchan música sino otra cosa que quizás se le parezca. No merecen la calificación de melómanos sino de fanáticos de la música pirata los que cantan y bailan las canciones que no han pasado por caja.
Cuando apareció un virus que borraba los archivos Mp3 de los discos duros de los usuarios de las redes P2P, la Asociación de Compositores y Autores de la Música dijo que ese virus iba contra los amantes de la música pirata. Los usuarios de P2P no aman la música, sino la música pirata, que debe ser otra cosa distinta.
Para Zapatero el mejor homenaje a nuestra obra universal lo ha dado el pueblo comprando y leyendo El Quijote más que nunca en nuestra historia. El hecho de que El Quijote se haya comprado es una de las partes fundamentales en la ecuación del amor a la cultura. De hecho, como no hay cámaras ocultas en las casas, no hay tampoco datos veraces de que se ha leído, sino tan solo de que se ha comprado, que es, al parecer, lo determinante. Ver las películas de la televisión, leer en la biblioteca o escuchar el disco que te ha copiado tu amigo no son actos que celebran y festejan la cultura sino que simplemente la parasitan. Para los que han aprendido que también la pasión se mide con cifras, el amor, como en San Valentín, se demuestra pagando.
Los exiliados de las estadísticas
En una carta al director enviada al diario EL PAÍS, un lector cuenta la misión imposible que para él y su esposa supuso ir a la ópera. El impedimento, en realidad, solo era uno: las dos entradas les costaban 242 euros. Después de lamentarse de que la ópera fuera un espectáculo dirigido a los pocos que pueden pagársela, terminó su carta en un estado de exaltación y furia diciendo: Y a vosotros, compañeros proletarios de la cultura, sólo un mensaje: ¡Viva la piratería! ¡Viva el top-manta! ¡Piratead, copiad, bajaos de Internet, colaos en los espectáculos, usad las bibliotecas públicas!.
La piratería es hija de un sistema que ha condenado al hambre cultural a la mayor parte de la población. Esta censura del siglo XXI en la que se ha convertido el precio, es la mayor promotora de la subversión que supone la copia. Cuando los excluidos han conseguido acceder a avances tecnológicos que les daba entrada en un círculo reservado a una élite, el poder económico ha reaccionado con la táctica del miedo, el engaño y el coscorrón.
El beneficio que genera compartir cultura sin limitación es un exiliado en los medios de masas y en las agendas de los gobiernos. Nada o menos que nada importa el hecho de que millones de ciudadanos tengan hoy un acceso a la cultura que hasta ayer solo soñaban. Que se pida que el interés privado no aplaste al interés general o que las empresas se adapten o sometan a esta nueva realidad es un delirio propio de piratas.
La mayoría de los creadores no serían lo que son si no hubiera existido antes lo que ahora llaman piratería. Si vas a casa de cualquier músico verás que guarda como reliquia del pasado una pila de casetes que, en sus tiempos, se multiplicaban de amigo en amigo. Es esa música, esa cultura que se regalaba, la causa de que ellos hoy sepan qué hacer en el estudio de grabación. La única manera de tenerle ganas a la música es escuchándola y no hay mayor inspiración para hacerlo que ver cómo lo hicieron otros. La principal instrucción de muchos músicos de hoy viene, precisamente, de que se saltaron la barrera que construyó el mercado y accedieron a una cultura que les estaba negada. Sería bueno que existieran los encuestados sinceros y pudiéramos saber cuántos autores de los que hoy claman contra la piratería han sido amamantados por ella.
Daniel Samper Pizano explica en el prólogo del libro Gerardo Masana y la fundación de Les Luthiers que oyó por primera vez la música de Les Luthiers a principios de 1975 en Colombia gracias a una mano misericordiosa que le entregó un casete que alguien copió de cierto casete que alguien había copiado de otro casete que copió, a su vez, un admirador anónimo. Esa mano misericordiosa de ayer, mano pirata de hoy, fue la que hizo que años después Samper escribiera el libro Les Luthiers de la L a la S. Son exiliados de las estadísticas todas las obras que nacen gracias a la misma práctica que algunos dicen que asesina la cultura y ahoga la creación
....

Espero que os haya gustado, de hecho el proximo dia os pondré el trocito que sigue a este, pero os dejo con el saborcillo en la boca para que lo mediteis.
Sabed que el libro esta integramente colgado en internet y que podeis visitarlo aqui:

Copia este libro
Recomiendo enfaticamente su lectura, yo ya lo he leido una vez y creo que lo volveré a leer, porque realmente me impresionó y cautivó su lectura.


3 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con todo lo que dice tu entrada. Ayer (os echamos de menos, pero sé que podremos compartir el fin de semana una charla sobre nuestro arqueólogo preferido, jeje) hablábamos mientras hacíamos la cola del cine que la gente no se molesta en ir. La gente no va al cine porque es caro, cuánto menos irán al teatro (que sí, que a veces cuesta 6 euros, pero en el asiento desde el que no se ve nada de nada... depende de la obra).

    Yo también digo que viva el Emule. Habría que hacerle un monumento.

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  2. Acaba de pasarme algo que querría contarte, pero como hasta el viernes o el sábado no nos veremos, lo he contado en mi blog. :-)

    Un saludo. Creo que nos echaremos unas risas a costa de mi blog, además de hablar de la película. :-)

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  3. lux, desde luego, hay cosas que tan sólo te pasan a ti...yo espero que sea una broma, porque no tiene mucho sentido...que pretendan denunciarte por ello...beuno, es que lo estoy flipando...

    Spiderabe, no puedo estar más de acuerdo con el autor de este libro, pero supongo que la negación de la cultura a una mayoría hambrienta de ella, es el presente y será el futuro, pues es más facil dirigir a tontos que ha cultos. Si todos tenemos derecho a leer, escuchar, y realizar ya sea música, cine o libros, ¿dónde quedará su poder, o su superioridad sobre nosotros? por desgracias, creo que yo seré pirata toda mi vida, me seguiré copiando discos, peliculas y libros, aprendiendo cada día de los que más saben y quizá si algún dia pueda permitirmelo (porque cada día la economía va a peor y los precios sueran la altura de las nubes)me compre, por qué no, algunos de aquellos que me resulten más interesantes.

    Besitos

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